Un amigo que se mudaba a un nuevo apartamento buscaba un mueble de TV/almacenamiento negro para su salón. Le acompañé a Ikea, donde vimos uno blanco expuesto que se ajustaba perfectamente a sus requisitos, y le dije: “Aquí tienes exactamente lo que buscas”. Me contestó: “No, sabes que quiero uno negro”. Le señalé que el artículo “también estaba disponible en negro”, pero insistió en que tenía que ver uno negro.
Realmente no entendía lo que decía, y me molesté un poco hasta que finalmente comprendí el hecho de que era incapaz de visualizar un mueble de un color diferente al que estaba viendo. Tengo 80 años y es la única experiencia que he tenido con este problema. Me alegró mucho ver el artículo del NYT del 6/8/21 y enterarme de que su discapacidad era real.
No compró el artículo.