Soy realmente afantasico y lo he sido durante toda mi vida. Me di cuenta de ello cuando estudiaba meditación y descubrí que no podía “visualizar” las indicaciones que formaban parte del proceso. Sin embargo, recordé que cuando consumía psicodélicos de forma recreativa, era capaz de visualizar o ver imágenes mentales. Quizá por eso me sentí atraído por ellos. Entonces empecé a buscar psicodélicos para la Exploración Chamánica o de la Conciencia y asistí a Ceremonias de Ayahuasca (100+) y participé en “Dosis Heroicas” de Setas Mágicas (100++). Registrar y experimentar las superposiciones energéticas y geométricas de la Realidad ocurriría tanto si mis ojos estuvieran abiertos como cerrados. Este acceso a la información visual me fascinó por completo y el contexto que superaba mi imaginación me permitió comprender la importancia de acceder a información no local. La primera vez que pude “ver” las ondas energéticas de la música y cómo viajaba a través de la gente me hizo apreciar más profundamente este proceso.
Tengo curiosidad por saber de otras personas con Afantasia y sus experiencias con los psicodélicos. Me interesan más las formas naturales orgánicas que los compuestos sintéticos o químicos. El LSD, por ejemplo, abre sinapsis y estados alterados de conciencia, pero no se siente una “presencia” que guíe, como ocurre con la ayahuasca, las setas o los cactus.