Pseudoalucinaciones y afantasías

Se sabe que el Ganzflicker provoca la experiencia de pseudoalucinaciones... Pero, ¿cómo es posible que algunas personas vean alucinaciones complejas como "viejos castillos de piedra"?
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Este artículo ha sido publicado por The Conversation bajo licencia Creative Commons. Lea el artículo original.

Pseudoalucinaciones

Considere las siguientes afirmaciones. ¿Qué describen? ¿Un viaje con psicodélicos? ¿Un sueño?

  • Sentí que podía atravesar la pantalla para llegar a otro lugar.
  • Los láseres se convirtieron en abanicos enteros de luz que barrían alrededor, y entonces sentí como si la pantalla empezara a expandirse.
  • Vi viejos edificios de piedra … como un castillo … Yo estaba volando por encima de ella.

En realidad, son afirmaciones que distintas personas hicieron tras ver el “Ganzflicker” en sus ordenadores, un intenso parpadeo rojo y negro a pantalla completa al que cualquiera puede acceder en línea y que utilizamos en nuestros experimentos. En menos de diez minutos, crea estados alterados de conciencia sin efectos duraderos en el cerebro. Las experiencias visuales se establecen casi tan pronto como se empieza a mirarlas.

Pero nuestro nuevo estudio, publicado en Cortex, muestra que mientras algunas personas ven castillos o fractales en el Ganzflicker, otras no ven nada. Hemos elaborado una teoría sobre el origen de esas diferencias individuales.

Al igual que una pantalla de ordenador, la parte del cerebro que procesa la información visual (el córtex visual) tiene un “botón” de actualización que le ayuda a muestrear el entorno, tomando instantáneas del mundo en rápida sucesión. En otras palabras, el cerebro recoge información sensorial con una frecuencia determinada. Sin embargo, usted ve el mundo como algo continuo y dinámico, gracias a la sofisticada capacidad de su cerebro para rellenar los espacios en blanco.

Por ejemplo, los ojos tienen un punto ciego justo fuera del centro de visión, pero no se ve una mancha negra dondequiera que se mire. El córtex visual extrapola la información visual circundante para que el campo visual parezca completo. Si la información sensorial que se procesa es el Ganzflicker, éste interactuará con los ritmos propios de tu cerebro para alterar cómo rellenas o interpretas lo que estás viendo.

Se sabe que el Ganzflicker provoca la experiencia de información sensorial anómala en el entorno externo, lo que se denomina pseudoalucinaciones. Las experiencias “simples” -como ver láseres o colores ilusorios- se han explicado anteriormente como la reacción del cerebro a choques entre el Ganzflicker y los ritmos cerebrales. Pero, ¿cómo ven algunas personas pseudoalucinaciones complejas como “viejos castillos de piedra”?

Capacidad para imágenes mentales

El cerebro está compuesto por muchas regiones diferentes que interactúan entre sí, incluidas regiones sensoriales de “bajo nivel” y regiones que corresponden a procesos cognitivos de “alto nivel”. Discriminar si una línea es vertical u horizontal, por ejemplo, se considera un proceso sensorial de bajo nivel, mientras que determinar si una cara es amable o molesta es un proceso cognitivo de alto nivel. Esto último está más abierto a la interpretación.

Las imágenes mentales visuales, o la simulación mental de la información sensorial -el “ojo de la mente”- es uno de estos procesos cognitivos de alto nivel. Los procesos de alto nivel pueden interactuar con los de bajo nivel para dar forma a la interpretación que hace el cerebro de lo que está viendo. Si alguien ve simples pseudoalucinaciones en el Ganzflicker, su cerebro puede interpretar automáticamente esa información como más significativa o realista con ayuda del ojo de su mente.

Lo que la mayoría de la gente no sabe es que las imágenes de cada persona son diferentes. Algunas personas tienen imágenes tan vívidas como ver algo delante de sus ojos. Una pequeña proporción de personas tienen un “ojo de la mente ciego” y ni siquiera pueden visualizar las caras de sus amigos o familiares. Esta afección se denomina afantasía y ha atraído cada vez más atención en los últimos años. Por supuesto, muchas personas se encuentran en algún punto intermedio entre estos extremos.

El poder de Ganzflicker

Es muy difícil describir y comparar las experiencias con imágenes, ya que son acontecimientos privados, internos y subjetivos. Pero resulta que el Ganzflicker puede ayudar.

Descubrimos que la capacidad imaginativa puede reflejarse en la descripción que un individuo hace de una experiencia de diez minutos con Ganzflicker. Casi la mitad de las personas con afantasía no ven absolutamente nada en el Ganzflicker. La otra mitad ve sobre todo patrones simples, como formas geométricas o colores ilusorios. Compárese con las personas con imágenes mentales visuales, para quienes la mayoría ve objetos complejos con sentido, como animales y caras. Algunos incluso ven entornos pseudoalucinatorios enteros, como una playa tormentosa o un castillo medieval.

Volviendo a la idea de los ritmos cerebrales, es posible que las personas que ven imágenes tengan de forma natural ritmos de menor frecuencia en la corteza visual -más cercanos a la frecuencia de Ganzflicker-, lo que las hace susceptibles de experimentar pseudoalucinaciones. En cambio, las personas con afantasía tienen ritmos naturales de frecuencia más alta en el córtex visual, lo que puede amortiguar los efectos del Ganzflicker.

Nuestra teoría es que las imágenes mentales y las pseudoalucinaciones provocadas por el Ganzflicker aprovechan los mismos procesos cerebrales. Esto significa que Ganzflicker capta una proyección dinámica de las experiencias imaginadas de las personas, como si abriera una ventana al ojo de la mente.

El Ganzflicker es una herramienta prometedora para comprender las diferencias individuales en las imágenes mentales y su interacción con el entorno visual.

El experimento puede ayudar a las personas a compartir entre sí sus experiencias únicas, lo que en última instancia llevaría la experiencia subjetiva al mundo real.La conversación

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