¿Puede medirse objetivamente la afantasía?
Visualizar pensamientos, recuerdos del pasado o imágenes del futuro es algo omnipresente en nuestra vida cotidiana. Aun así, la experiencia de visualización es totalmente desconocida para un pequeño grupo de personas. Por lo demás, las personas sanas pueden carecer por completo de la experiencia de las imágenes visuales, una afección que ahora se denomina afantasía.
Para determinar si una persona tiene o no afantasía, muchos investigadores llevan a cabo una evaluación inicial utilizando el Cuestionario de vivacidad de las imágenes visuales (VVIQ), en el que se le pide que valore la vivacidad de distintos escenarios para comprobar la fuerza de sus imágenes visuales. El VVIQ es un instrumento psicométrico de probada eficacia para medir las diferencias individuales en imaginación visual y se considera una autoevaluación fiable para identificar la afantasía.
Sin embargo, hasta hace poco, los científicos no tenían claro si las personas no podían imaginar visualmente o si tenían imágenes en la mente pero simplemente eran ciegas a ellas. Para abordar objetivamente esta cuestión, un equipo de investigadores de la UNSW dirigido por el Dr. Joel Pearson realizó estudios utilizando la rivalidad binocular (BR ) y una técnica denominada cebado perceptivo.
La rivalidad binocular y su funcionamiento
Cuando nuestra vista se nubla, parece obvio que vayamos a hacernos una prueba ocular. No es tan fácil cuando sospechamos que la imagen mental dentro del ojo de nuestra mente es borrosa. Sin una medición objetiva, puede ser difícil decir con seguridad lo que realmente está ocurriendo.
¿Cómo puede un médico ver lo que ocurre en la mente de otra persona con el grado de precisión necesario para hacer un diagnóstico? En cuanto a la afantasía, los científicos han descubierto una forma de comprobar si una persona puede visualizar personas, objetos y escenarios con el ojo de su mente. La técnica, denominada cebado perceptivo, utiliza un fenómeno conocido como rivalidad binocular.
Cuando la luz entra en nuestros ojos, envía información a nuestro cerebro sobre lo que ocurre en el mundo que nos rodea. El cerebro recoge los datos visuales de ambos ojos y básicamente superpone la información para mostrarnos una imagen combinada del mundo. Sin embargo, el cerebro puede confundirse cuando ambos ojos reciben información sensorial completamente distinta. En este punto, en lugar de superponerse las imágenes de ambos ojos, sólo una imagen dominará sobre la otra, y ésa será la imagen que verá.
Esto se conoce como rivalidad binocular: literalmente, dos ojos compitiendo. Es un fenómeno de percepción visual en el que la percepción alterna entre diferentes imágenes presentadas a cada ojo.
Por ejemplo, vea la imagen roja y azul de un caballo a continuación. Si miras la imagen a través de unas gafas en las que una lente es roja y otra azul (como las gafas 3D de la vieja escuela) y alternas entre cubrir un ojo cada vez, el caballo rojo sólo se verá a través de la lente roja y el caballo azul a través de la lente azul. Con ambos destapados, sus ojos competirán por ver qué color se ve.
Algunas personas sólo verán azul, mientras que otras sólo verán un caballo rojo.
Curiosamente, si visualizas el color azul en tu cabeza antes de que te muestren la imagen, es más probable que esa sea la imagen y el color que veas. Esta técnica se conoce como “cebado perceptivo” porque prepara al cerebro para ver esa imagen o color. Como ya habrás adivinado, el cebado perceptivo no funciona con los afánticos: no pueden visualizar el color en su mente, por lo que su cerebro no estará cebado y no tendrán más probabilidades de ver una imagen que la otra.
Para comprobar si hay afantasía, puede inducir rivalidad binocular en casa y ver si hay alguna correlación entre la imprimación perceptiva y lo que percibe realmente. Si no tiene afantasía, podrá visualizar el color y tendrá más probabilidades de ver físicamente lo que está visualizando en el ojo de su mente. Si tienes afantasía, pensar en el color no hará más probable que lo veas.
Cómo realizar un experimento de rivalidad binocular en casa
Primera parte
Necesitarás unas gafas rojo-azul. Las gafas de cine 3D de la vieja escuela deberían funcionar. De este modo, la imagen roja sólo pasará por la lente roja y la imagen azul sólo pasará por la lente azul. Esto envía diferentes estímulos sensoriales a cada ojo y estimula la rivalidad binocular.
Repasa las imágenes de animales de este artículo, en el que se superponen dos imágenes de animales. Una imagen es roja y la otra azul. Estabiliza la cabeza apoyando la barbilla en algo firme: ¡una pila de libros sobre la mesa funciona perfectamente! Póngase las gafas y desplácese por las tres imágenes de este artículo. A continuación, responde a la siguiente pregunta:
¿En qué imagen predomina más el rojo o el azul?
Anota tus respuestas.
Una vez que hayas repasado las tres imágenes de esta página, responde a lo siguiente:
¿Cuántas veces viste la imagen roja, cuántas veces la azul y cuántas veces no estaba clara?
Registra tus resultados.

Segunda parte
A continuación, vuelve a realizar el mismo experimento. Sólo que esta vez, piensa en el color rojo. Intenta imaginártelo en tu mente si puedes. Piensa en cosas rojas: Manzanas, chiles, señales de Stop y lava. Repite el ejercicio intentando imaginar el color rojo.
Registra tus resultados.

Tercera parte
Compare los resultados entre las partes primera y segunda.
¿Cuántas veces has visto el color rojo en la primera parte? ¿Cuántas veces has visto el color rojo en la segunda parte?
Comparta sus resultados en los comentarios.

Rivalidad binocular para detectar la afantasía
Si descubrió que veía la imagen roja con más frecuencia en la segunda parte, entonces es poco probable que tenga afantasía. Esto se debe a que has preparado tu cerebro para ver la imagen roja la mayor parte del tiempo, un fenómeno que tiende a no funcionar en las personas con afantasía.
¿Le resultó difícil, si no imposible, visualizar el color rojo en su mente en la segunda parte? Si no podías visualizar el color en tu mente, tu cerebro no esperaba ver la imagen roja de la misma forma que lo haría si pudieras visualizarla. Esto significa que los resultados de la segunda parte pueden haber sido muy similares a los de la primera. Si es así, podría significar que tiene afantasía.
Este sencillo experimento puede proporcionarte más información sobre tu experiencia única, pero, como cualquier experimento, no es perfecto. Cuantas más veces lo intente con imágenes diferentes, más precisos serán sus resultados. Prueba con más ejemplos. Puede encontrar más imágenes en rojo y azul aquí.
¿Cambiaron o no cambiaron sus resultados? Un 7 u 8/10 veces suele ser un buen indicador.
La rivalidad binocular y el cebado perceptivo son sólo una de las muchas medidas objetivas posibles para evaluar la fuerza de las imágenes mentales. Los afánticos no mostrarán casi ningún cebado de rivalidad basado en imágenes. Estos resultados confirman que la afantasía es una falta de imaginación mental y no una falta de metacognición.