Afantasía, neurodiversidad y curación

Un profesional de la psicología empieza a tender puentes entre el profesional y el cliente en relación con la afantasía.
Compartir

Índice

Aunque el término “afantasía” se refiere a las imágenes mentales, yo, como muchos otros, no experimento imágenes, sonidos, olores ni sabores internos. Mi compañero, al que describiría como hiperfantasioso, experimenta, en sus palabras, “un flujo constante de imágenes, sonidos, olores y sabores”. Si le hablo de una manzana, la verá, la olerá, la probará y sentirá su textura y su peso. Este contraste es el primero que observamos al explorar la afantasía, la neurodiversidad y la curación.

Afantasía – Considerarla como un espectro

La forma en que mi pareja y yo experimentamos la imaginería muestra dos extremos muy opuestos del espectro en lo que respecta a la visualización y otras modalidades internas. (Más adelante hablaremos de las modalidades). Podemos referirnos a esto como neurodiversidad. Estas diferencias polares han sido, por supuesto, una gran fuente de curiosidad, malentendidos y humor entre nosotros. También es seguro decir que comprender estas diferencias ha creado una profunda comprensión mutua que no habríamos tenido sin sentir curiosidad por cómo trabajamos cada uno.

Un problema que he observado en muchas personas con afantasía es la sensación de incomprensión por parte de quienes nos rodean, sobre todo en terapia, donde es importante tener confianza, comprensión y entendimiento con el profesional. En mi experiencia, la curiosidad tiene mucho peso para conseguirlo.

Comprender las modalidades

Modalidades” en Programación Neurolingüística (PNL) se refiere a nuestras representaciones internas.

Como profesionales, el reconocimiento de estas modalidades nos permite comprender mejor el modelo de mundo de nuestros clientes, la forma en que lo experimentan. Nuestras modalidades también pueden influir en nuestra forma de comunicarnos y en nuestra elección de amigos, aficiones, carreras y métodos de aprendizaje.

Las cuatro modalidades principales a través de las cuales los seres humanos experimentan el mundo son:

  1. visual (ver)
  2. auditivo (oído)
  3. kinestésico (sensación)
  4. diálogo interno

Otras dos modalidades son:

  1. olfativo (olor)
  2. gustativo (gusto)

Una persona tiende a tener una modalidad “principal”, aunque algunas pueden experimentar más de una modalidad como preferencia.

Por ejemplo, alguien que sea predominantemente visual puede elegir arquitectura o arte como carrera. A una persona predominantemente auditiva le puede gustar tocar instrumentos y escuchar música. Pueden utilizar frases como “Sí, me suena” o “Resueno contigo”. Existen varios indicadores que un profesional puede utilizar para determinar qué modalidades prefiere un cliente. El lenguaje corporal, el tono de voz, la respiración, la atención, las habilidades, el movimiento de los ojos y el lenguaje son sólo algunas de las señales sugestivas.

Es importante recordar que un único indicador no basta para determinar con exactitud la modalidad o modalidades preferidas por una persona, ya que hay muchos otros factores que pueden contribuir a nuestra forma de hablar, respirar, movernos, etc.

Por ejemplo, si nuestro mejor amigo, pareja o padre utiliza constantemente el lenguaje auditivo, es probable que empecemos a utilizar algunas de estas frases. Del mismo modo, no podríamos concluir de la elección de una carrera por parte de un cliente que ello implique una determinada modalidad, ya que quizá sus padres o tutores les hayan animado a seguir una determinada trayectoria profesional. Por cierto, tengo afantasía y en su día hice una carrera de 10 años en arquitectura e ingeniería estructural. Aunque al principio elegí una carrera que podría considerarse “visual”, como persona con afantasía no lo soy.

Una exploración de las modalidades

Durante mis estudios para convertirme en practicante, las modalidades se convirtieron en una gran parte de mi exploración como alguien con afantasía. ¿Cómo iba a aprender a comprender a mis clientes a través de la forma en que experimentan el mundo (sus modalidades) cuando yo no tengo esas experiencias internas? El director de mi curso me animó a encontrar mi propio “mapa”, una forma de navegar y comprender, y así comenzaron las exploraciones sobre la afantasía, la neurodiversidad y la curación.

Empecé reuniendo a un grupo de familiares y amigos y pidiéndoles uno a uno, por su cuenta y utilizando el mismo lenguaje para cada individuo, que imaginaran una manzana. Descubrí que algunos amigos lo hacían con los ojos abiertos, describiendo una “capa” de una imagen encima de lo que veían con los ojos, y otros sólo podían visualizar si tenían los ojos cerrados. También descubrí que algunas personas veían la manzana en blanco y negro, otras en color. Había diferencias entre si la manzana estaba en 2D o 3D, en movimiento o quieta, cerca o lejos, intrincadamente detallada o vaga y simple. Algunas personas extendieron activamente las manos alrededor de una manzana y describieron su textura y peso.

Como esperaba identificar patrones y rasgos comunes entre ellos, el resultado inicial me dejó aún más perplejo. Cuando nos reunimos para compartir las experiencias de “una manzana”, resultó que casi todos los miembros del grupo estaban igual de desconcertados.

La mayoría del grupo manifestó que no se había dado cuenta de las enormes diferencias que existían entre las experiencias de visualización de otras personas y que había asumido que la experiencia sería la misma que la suya. A continuación, comprobamos que algunos no pensaban con palabras o no tenían un diálogo interior audible, mientras que otros sólo “pensaban” en imágenes o sensaciones.

¿Alguna vez ha oído a alguien decir “es difícil expresarlo con palabras” y se ha preguntado por qué no dice lo que está pensando? Puede que sí, o puede que no, dependiendo de tu propia experiencia interior. (Nótese que estas variedades de experiencia tienen otros factores que contribuyen y que son independientes del propósito del tema de hoy).

Fue un punto de aprendizaje fantástico. Para las personas con afantasía, es una experiencia común compartir con los demás que no visualizan y recibir una respuesta que les hace sentirse incomprendidos, como por ejemplo:

“Sí, lo visualizas, porque si no, ¿cómo disfrutas leyendo un libro? Es que no te has dado cuenta”.

o…

“Oh, así que no te sientes muy visual, pero debes ver algo de alguna manera, si no, ¿cómo sabes dónde vives o quién es tu familia?”.

La exploración detallada más arriba fue la primera vez que demostré accidentalmente la enorme diferencia entre las experiencias internas de los individuos. Tanto es así que se comprendió realmente lo diferente que puede ser la experiencia de un afante. Incluso para los que sí visualizan, la experiencia fue muy diferente de una persona a otra.

Los participantes en esta exploración mantuvieron un extenso debate lleno de curiosidad sobre cómo aprenden, recuerdan, trabajan y juegan, y la afantasía dejó de ser algo que se encogía de hombros o se desestimaba.

Curación, con afantasía

Son muchos los principios que debe seguir un profesional eficaz, algunos de los cuales son especialmente importantes cuando se trabaja con una persona con afantasía:

  1. Curiosidad
  2. Validación
  3. Confíe en
  4. Idioma
  5. Flexibilidad

1. Curiosidad

Es importante señalar aquí que la mayoría de nosotros suponemos lo que les ocurre a los demás basándonos en nuestras propias experiencias. Se trata de un proceso totalmente natural que formamos para la eficiencia: imagina que supieras exactamente cómo funcionan todas y cada una de las personas, con lo intrincado y complejo que eso significa para cada aspecto de su mundo. Si lo consiguieras, ¡no tendrías capacidad mental para lavarte los dientes por las mañanas!

Siendo un profesional con afantasía, tendría sentido suponer que “simplemente sé” cuál es la experiencia interna de un cliente con afantasía. Aunque tengo una idea informada de cuáles pueden ser las posibilidades, para mí, el arte de entender de verdad a cualquier cliente es la curiosidad. Nunca doy por sentado que la experiencia interior de un cliente con afantasía es la misma que la mía.ese no va a ser el caso. Si ha formado parte de alguna comunidad basada en la afantasía, como la Red Aphantasiaprobablemente sabrá que existen grandes diferencias entre las experiencias internas de los con afantasía también.

2. & 3. Validación y confianza

Después de trabajar con muchos terapeutas a lo largo de los años como cliente, y estando en las etapas de autodesarrollo de mi formación, estaba preparada para trabajar un tema para el que quería dedicarme a la hipnoterapia. Sentí que necesitaba que mi mente consciente “se quitara de en medio” para poder sanar el problema central.

Llamé a un hipnoterapeuta que me habían recomendado y le expliqué que tenía afantasía y que, por tanto, el lenguaje visual me resultaba chocante y, en consecuencia, me costaba entrar en estado hipnótico. El hipnoterapeuta se mostró cauteloso, pero abierto al respecto, y accedió a trabajar conmigo.

Aunque mis sesiones no fueron la experiencia ideal, agradecí el esfuerzo que se había dedicado a intentar comprender cuál era la mejor manera de trabajar conmigo y, más aún, agradecí la confianza que se me dio en que mi experiencia era como yo decía que era, y no sólo un malentendido mío.

Aquí tenemos los dos ingredientes siguientes para trabajar eficazmente con alguien que tiene afantasía (y también con alguien que no la tiene): validar su experiencia y confiar en su experiencia. Hay algo profundamente curativo en sí mismo cuando nos sentimos vistos y confiados.

4. Idioma

El cuarto ingrediente es utilizar el lenguaje del cliente, o “lenguaje limpio”. El lenguaje utilizado por un profesional cuando trabaja con clientes con afantasía tiene un impacto inmenso en la eficacia del trabajo conjunto. Utilizar el lenguaje del cliente ayuda a establecer una buena relación, lo que permite “profundizar”. También ayuda al cliente a permanecer centrado en lo que está compartiendo y le permite explorar su mundo más profundamente, ya que el profesional es capaz de retener lo que el cliente está explorando con él.

Para algunos clientes, decir algo como “¿Tú también lo ves así?” es suficiente para contaminar su experiencia. (nótese que a menudo utilizo la palabra experiencia, en lugar de lenguaje visual). Además, centrarse en el lenguaje utilizado por el cliente ayuda al profesional a comprender y adentrarse en el modelo que éste tiene de su mundo, lo que le permite formular preguntas más eficaces y conocer con mayor precisión los entresijos de un problema tal y como lo vive.

5. Flexibilidad

El último ingrediente para trabajar eficazmente con clientes con afantasía es la flexibilidad. Cuantas más herramientas y técnicas tenga un profesional, más eficaz será su trabajo y mayor será su influencia. Por ejemplo, los coaches terapéuticos utilizan un kit de herramientas flexible que incluye terapia de línea temporal, trabajo con el niño interior, trabajo con las partes, niveles neurológicos, EFT, hipnosis, meditación, coaching y mucho más. Cada una de estas herramientas y técnicas se utiliza de forma muy específica en función de la forma de trabajar del cliente, sus experiencias, el punto en el que se encuentra en su camino y lo que necesita en cada momento, lo que permite al profesional trabajar con una amplia gama de personas con una gran variedad de problemas, en lugar de utilizar un enfoque único para todos.

Reflexiones finales sobre la afantasía, la neurodiversidad y la curación

En conclusión, habiendo explorado la afantasía, la neurodiversidad y la curación, podemos ver que las personas con afantasía experimentan una clara diferencia en la experiencia interna, de la que pueden surgir retos tanto para sentirse comprendidas como para comprender a los demás. Estos retos pueden suavizarse con la exploración y la curiosidad sobre nosotros mismos y los demás. Abrir el debate en torno a estas diferencias puede empezar a colmar la brecha en la comprensión. En términos de curación, buscar el apoyo de profesionales especializados en neurodiversidades, e incluso de experiencias personales con la afantasía, puede ser un camino valioso.

Para más información relacionada con las modalidades, la PNL y el lenguaje limpio, consulte los artículos indicados:

Andreas, C., y Andreas, S. (1987). Cambie su Mente–y Mantenga el Cambio: Intervenciones Avanzadas de Submodalidades de PNL. Real People Press.

Ashby, W. R. (2015). Introducción a la cibernética. Editorial Martino.

Bandler, R., y MacDonald, W. (1989). An Insider’s Guide to Submodalities. Meta Publications US.

Sullivan, W., y Rees, J. (2008). Lenguaje limpio: Revelando metáforas y abriendo mentes. Crown House Publishing LLC.

Whitmore, J. (2017). Coaching para el rendimiento Quinta edición: Los principios y la práctica del coaching y el liderazgo EDICIÓN ACTUALIZADA 25 ANIVERSARIO. Mobius.

Debe iniciar sesión para comentar
Sea el primero en comentar