Cómo una artista visual con afantasía dibujó lo que no podía “ver”

Conseguí algo que nunca había logrado como artista visual con afantasía. Cómo "imaginaba" la luz en una cueva oscura sin ojo de la mente.
Compartir

Índice

En los últimos años he estado creando cuadros atrevidos, coloristas y de bordes duros inspirados en fotos aéreas obtenidas en Internet. Durante ese tiempo, también intentaba averiguar cómo llevar mi trabajo al siguiente nivel, pero esto sólo daba lugar a que la gente pensara que pintaba obras abstractas. Como artista visual con afantasía, mi trabajo no tiene nada de abstracto. Es muy literal en todos los sentidos de la palabra.

image4
Figura 1. Mi interpretación de una foto aérea en Melbourne, Victoria.
image15
Vista aérea de Storage Wetland Park, Melbourne, Australia

Me enteré de que tenía afantasía

Aunque he sido creativa desde muy joven, siempre me he sentido incomprendida o diferente a los demás. En las últimas décadas, he emprendido un viaje de descubrimiento y comprensión, en parte motivado por la constatación de que otros podían ver imágenes en su mente y yo no.

Descubrir que esto tenía un nombre -fantasía- y que no había nada que pudiera hacer para solucionarlo me causó frustración y rabia. Me resultaba difícil comprender por qué se le concedía a alguien la capacidad de dibujar y crear sin esta habilidad “que se da por supuesta”. Me ha llevado años, incluidos seis meses de terapia, aceptar esta situación, y ahora acepto que funciono de forma diferente.

También he aprendido que tener afantasía puede enfocarse de forma positiva. Al explorar mi práctica artística, he aprendido cómo respondo a la información y el papel fundamental que desempeña mi capacidad analítica en mi forma de crear.

Cómo “imaginé” la luz en una cueva oscura sin ojo de la mente

Un ejemplo de avance, no bien acogido inicialmente, se produjo a finales de 2022. Me había matriculado en una unidad de “Dibujo por observación” en la universidad. Siempre tengo cuidado con las unidades que elijo, evitando las que suponen capacidad de visualización. Así que, dado que el nombre de la unidad incluía la palabra “observación”, supuse que era una elección segura.

Resulta frustrante que, a las pocas semanas de empezar, los alumnos recibieran una narración de dos párrafos en la que se describía el interior de una cueva y se les pedía que dibujaran lo que visualizaban. Naturalmente, mi primera reacción fue asustarme, lo que no ayudó en nada a mi ansiedad.

La siguiente es la narración proporcionada por Gina Cinanni, Coordinadora Académica de la Universidad de Curtin:

“Sin previo aviso, a un kilómetro de distancia y muy por encima de la superficie del lago, a través de una hilera de agujeros en lo que debe de ser el techo de la cueva… estrechos haces de luz rastrillan una cortina de piedra caliza blanca almenada, reflejándose en el espejo de agua. También te das cuenta de que hay un miasma opaco, blanco, que te llega hasta la cintura y que se desplaza lentamente sobre el agua hacia ti desde el otro extremo del espacio. Finalmente, también te das cuenta de una cosa más en la escena; justo al lado, la silueta tenuemente vista de algo completamente inesperado en este lugar”.

Al principio, no sabía qué hacer, pero al analizar la narración más a fondo, empecé a ver que podía crear un dibujo rupestre técnico. Empecé haciendo varios bocetos basados en mi experiencia en dibujo técnico y delineación, incluidas vistas laterales y superiores (figuras 2 y 3).

image5
Figura 2. Croquis de la vista lateral de la cueva.
image10
Figura 3. Croquis de la vista superior de la cueva.

Por desgracia, las ilustraciones sólo me daban el 75% de la información sobre las dimensiones y la ubicación de los elementos de la cueva. Aunque sólo faltaba el 25% de los datos, seguía teniendo muchas preguntas sin respuesta sobre el aspecto de la cueva, como se ve en la figura 4.

image7
Figura 4. La lista de preguntas y lo que me faltaba por determinar

Para determinar la ubicación de los elementos restantes, tiré los dados, literalmente, una de las herramientas que suelo utilizar para tomar mis decisiones creativas (Figuras 5 y 6).

image14
Figura 5. El croquis y los resultados de la tirada de dados determinaron la posición de los agujeros del techo.
image6
Figura 5. El croquis y los resultados de la tirada de dados determinaron la posición de los agujeros del techo.

Con todos estos datos y bocetos, empecé a dibujar una imagen digital para afinar mis ideas, y luego procedí a dibujar en carboncillo (Figuras 7 y 8).

image12
Figura 7. El boceto digital inicial.
image8
Figura 8. Boceto digital más detallado.

Una vez que los bocetos digitales me proporcionaron una visión de la narración, hice algunos ajustes y empecé a dibujar el escenario de la cueva con carboncillo (Figura 9).

image2
Figura 9. Mi boceto inicial a carboncillo, ajustando la profundidad y la línea del horizonte.

Una vez determinada la estructura del esqueleto de la cueva, pude afinar el dibujo utilizando referencias fotográficas de cuevas encontradas en Internet. Basándome en el análisis y en las fotos de referencia, acabé con un dibujo que representaba fielmente la narración que nos habían asignado (Figura 10).

image1
Figura 10. Mi boceto a carboncillo, excluyendo la silueta de algo inesperado.

La silueta de “algo inesperado” de la narración asignada me llevó bastante tiempo decidirla y, al final, pregunté a muchos amigos sobre lo que pensaban que podría ser inesperado. Como no me entusiasmaron las ideas que recibí, opté por lo contrario de lo que me proporcionó la cueva. No había luz, gente, vehículos ni electricidad, así que opté por añadir una farola, como se ve en la figura 11.

image13
Figura 10. Mi boceto a carboncillo, incluida la silueta de la farola antigua.

A pesar de toda la frustración y los retos a los que me enfrenté con el proyecto de la cueva, me concedieron una Distinción Alta.

Este proyecto me ayudó a darme cuenta de que puedo utilizar mi capacidad de dibujo y análisis para diseccionar una narración y crear algo que no existe sin dejar de reflejar mi habilidad artística. Así que, aunque todavía tengo que seguir explorando, he conseguido algo que nunca antes había hecho como artista visual con afantasía: dibujar algo que no podía “ver”.

Desde este proyecto, he tenido más avances creativos. Si quieres seguir mi viaje, puedes encontrarme en Instagram, Facebook y LinkedIn o buscando mi nombre, Peta Tranquille, en Google. Mis obras están disponibles en petatranquille.com/shop.

Debe iniciar sesión para comentar
Sea el primero en comentar